Ni nosotros hemos marcado las oportunidades que nos llegaban (escasas sobre todo en la primera mitad), ni Ronaldinho ha tenido acierto en sus ocasiones, y menos mal, porque ya estabamos viendo el 3-0 en el marcador. Aunque después de todo nos hubiera dado igual un 4, 5 o 6-0 del Barça, a tod@s nos había llegado ya el sufrimiento, el rídiculo también lo estabamos haciendo ya, y dos o tres goles más no nos hubieran movido de estar donde estamos ahora, terceros por la cola.
Menos mal que el Mallorca ha perdido o el Celta ha empatado, sino la clasificación hubiera sido "difícil de mirar" y cada vez estaríamos a más puntos de la salvación. Sólo queda esperar a que llegue el Nástic el domingo a las 17:00 a San Mamés y podamos darles los goles que el Barça hoy nos ha dado a nosotros. De todas las formas, no me fio nada, por un lado porque el Nástic ha logrado hoy empatar ante el Valencia y por el otro porque solemos resucitar a los muertos.
En definitiva, que no se puede permitir jugar con un coladero de defensa, ni tener miedo a meter la pierna, que hacen con nosotros lo que quieren, eso es lo que ha pasado hoy.